
Entrevista Fernando Martínez en Correo Farmacéutico: «Todo el mundo habla de la integración, pero nadie lo ha analizado»
El presidente del Comité Organizador explica cómo debe entenderse la incorporación de la farmacia comunitaria en el SNS.
Fernando Martínez Martínez, responsable del Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica y presidente del Comité Organizador, analiza con CF el calado que tiene la integración para la farmacia y para el sistema de salud y cómo se está abordando este reto del que todo el mundo habla, pero casi siempre desde el plano teórico y pocas veces aterrizándolo en la práctica real.
PREGUNTA. El lema del congreso es ¿Cómo integrar la Farmacia Comunitaria en el Sistema Sanitario? Más allá de conciertos, colaboraciones, servicios remunerados o convenios… ¿Nos estamos quedando cortos cuando hablamos de integración?RESPUESTA. Sí. Por eso la matización más allá. Todo el mundo habla de la integración, pero nadie lo ha analizado. Precisamente, por ello, hemos creamos un grupo de trabajo dentro del Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada, que, junto a otro grupo similar de la Universidad del País Vasco, estamos investigando con el fin de identificar un modelo de integración. En concreto, estamos haciendo una profunda revisión sistemática para analizar ese modelo de integración y llegar a uno que sea válido para nuestra estructura de farmacia comunitaria y nuestro sistema de salud. Asimismo, queremos determinar qué elementos podrían conformar ese modelo. Porque los sistemas de comunicación entre farmacéuticos y médicos de atención primaria no es un modelo de integración, es un elemento, igual que lo es la práctica colaborativa.
Luego hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿Cómo entendemos la integración? ¿A qué escala? ¿A escala micro, es decir, integrándonos los profesionales sanitarios? ¿O tenemos que integrarnos en el nivel meso y macro? Además, ¿qué entendemos por integración? ¿Es una integración funcional o Administrativa? Esto no es tan sencillo.
La gente, después de la pandemia, ha visto la necesidad de integrar la farmacia en el sistema, pero, verdaderamente, nadie se ha puesto a ver cómo integrarla. Por eso hablamos de más allá de ampliar los conciertos, colaboraciones, convenios o el número de servicios profesionales farmacéuticos que contempla el sistema… Queremos ir más allá, queremos formar parte del sistema.
P. Ha mencionado una integración funcional, administrativa… ¿Será una suma de todas?. Claro. Por eso, en esta primera etapa del estudio, estamos haciendo esa revisión sistemática, que está dando lugar a dos tesis doctorales, para ver, a nivel mundial, qué fórmulas o modelos de integración de sistemas sanitarios hay, en general, para luego ir descendiendo y ver cómo se puede integrar un elemento como es la farmacia comunitaria.
Para mí, la integración sería, por ejemplo, ante un problema como el que acabamos de vivir con la pandemia, que la Administración sanitaria se hubiera planteado de qué recursos dispone para resolver este problema tan grande. Tengo tantos hospitales, tantos centros de salud, tantas farmacias comunitarias y tantos médicos, tantos enfermeros y tantos farmacéuticos. Esto es formar parte del sistema de salud. Lo que se ha hecho es pedir colaboraciones, ayuda, agradecernos la contribución por haber dispensado geles o mascarillas… Esto no es el modelo de integración que estamos buscando.
P. ¿Cuál es la fórmula perfecta para esa integración?
R. No la sabemos, este es el tema y el debate. En el País Vasco hemos hecho un análisis cualitativo para ver la opinión de todos los actores principales para ir viendo cuál sería esa fórmula. Ahora vamos a empezar en la Comunidad Valenciana a hacer también ese análisis cualitativo, a base de grupos focales y entrevistas individuales con médicos, enfermeros, responsables de la Administración, pacientes, farmacéuticos de primaria y comunitaria… Estamos recogiendo opiniones de cómo podrían integrarse. Una vez que identifiquemos el modelo, la siguiente fase será pilotarlo en País Vasco y en la Comunidad Valenciana para ver qué resultados se obtienen en cuanto a integración y eficiencia.
P. ¿Alguna conclusión de las extraídas en País Vasco?
R. Todavía no las tenemos. No hemos terminado todas las entrevistas y tenemos que hacer el análisis. Los análisis cualitativos llevan su proceso. Aunque mucha gente hace cuestionarios, verdaderamente, son poco fiables. Los cuestionarios son más difíciles de diseñar de lo que la gente se cree. Por tanto, para tener una herramienta válida y poder hacer afirmaciones se necesita mucho tiempo y estamos en ello. Es un proyecto ambicioso, pero hay que dar el paso.
P. ¿Cuáles serían los pasos para esa integración?
R. Es posible que tenga que hacerse de abajo arriba, que tengamos que buscar fórmulas de integración a nivel micro, viendo, en primer lugar, cómo los profesionales se conocen de verdad, porque una de las principales barreras es que no nos conocemos. Hay farmacéuticos que trabajan con médicos, pero la mayoría no lo hacen; ni se conocen. Por tanto, lo primero que habría que hacer sería conocernos. Lo segundo, tener confianza unos en otros. Lo tercero, que empecemos a tener herramientas de comunicación ágiles y eficaces, que podamos compartir la información, que tampoco se hace, que podamos hacer sesiones clínicas conjuntas…
P. ¿Cree que es un objetivo difícil de conseguir y que solo se logrará muy a largo plazo?
R. Yo creo que lo que debería haber es capacidad de decisión y analizar cómo podemos resolver todo lo que ha ocurrido durante y después de la pandemia con la atención primaria. A la atención primaria hay que darle una solución, porque está desbordada y no da más de sí y las consecuencias de este desbordamiento es que se colapsan las Urgencias y los hospitales. Por tanto, este es el momento y tenemos la oportunidad de iniciar procesos de integración reales de la farmacia. ¿Va a ser un proceso lento? Probablemente, porque hay mucha problemática a nivel de corporativismo, el debate público-privado, que lo hacen más difícil. Pero hay que ser eficientes con los recursos.
P. ¿Cómo se han planteado las mesas y debates de esta edición de Simpodader 2023?
R. En esta línea que hemos comentado. Hemos organizado el congreso con cuatro mesas redondas y dos conferencias plenarias. La primera conferencia la imparte José Jesús Martín Martín, doctor en Ciencias Económicas Catedrático del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Granada, que es una eminencia en este campo y ha trabajado con la Administración sanitaria y ha evaluado tecnologías de la salud. Él nos va a dar una visión de la sostenibilidad del sistema y cómo está después de la pandemia y cómo la farmacia podría contribuir a hacerlo sostenible. Es un punto de partida y esto es importante, porque es el momento para discutir cómo nos integramos en base a una necesidad que es hacer sostenible el sistema. Y cuando digo sostenible no es solo económicamente también es que la atención sanitaria sea de calidad y que haya un grado de satisfacción importante por parte de los pacientes.
Las mesas redondas están enfocadas para recoger opiniones en los tres niveles: micro, meso y macro. Por eso, hay una mesa donde se va a analizar todo lo hemos hablado con profesionales sanitarios (farmacéuticos, médicos y enfermeros) para ver qué opinan de esa integración. En el nivel meso, tenemos una mesa en la que integramos a presidentes de colegios, centros sanitarios, hospitales, la distribución… Y una tercera, donde vamos a tener a personas de la Administración, como subdirectores de Farmacia, responsables de servicio, delegados de Salud… Y luego tenemos una cuarta mesa donde analizaremos la evidencia científica que existe en la literatura sobre integración.
Además, habrá otra mesa para hablar de implantación de los modelos de integración. Porque tú puedes desarrollar un servicio con un buen impacto, pero, a lo mejor, no es implantable en tu modelo de farmacia o en tu sistema. Por eso, lo primero es determinar los modelos de integración de sistemas de salud y luego estudiar cómo podemos aplicarlos a la integración de la farmacia. Aquí tendremos responsables de sociedades científicas, el Consejo General, etc.
Y cerramos el congreso con una visión política, gracias a la intervención de Ana Prieto Nieto, farmacéutica y diputada socialista por Lugo y portavoz de Sanidad en el Congreso de los Diputados.
P. ¿Qué tipo de experiencias y trabajos han recibido y que se presentarán en el congreso?
R. Simpodader es abierto en este sentido. Las comunicaciones no tienen que ser únicamente del tema del que se va a hablar, por eso, admitimos todo tipo de comunicaciones. Hemos recibido algunas sobre integración en el ámbito nacional y de países iberoamericanos, donde también ven la necesidad de integración de la farmacia en el sistema. Todos dicen lo mismo y defienden que la farmacia debe formar parte de la atención primeria, pero la pregunta es cómo.
P. ¿Cuántas han recibido?
R. Hemos rondado las cien comunicaciones y esto me ha sorprendido. Tenemos comunicaciones de Iberoamérica e incluso Marruecos y, por supuesto, de España.
P. ¿Qué otros temas han centrado esas comunicaciones?
R. Hemos visto muchas curiosidades, como las comunicaciones centradas en modelos de evaluación de las competencias clínicas, ahora que están tan de moda los modelos ECOE; también otras que muestran el uso de nuevas tecnologías para la educación sanitaria con pacientes vulnerables, y sobre herramientas para medidas de la adherencia, que es otro reto que tenemos en el siglo XXI. Todo el mundo habla de adherencia, pero ¿cómo la miden y cómo intervienen? El problema es mucho más complejo, sobre todo cuando hablamos de la no adherencia intencionada. Solo hay que acordarse de las vacunas. Es verdad que algunas comunicaciones son más deseos que resultados reales, pero también es normal y también hay que reconocerlo.
P. ¿Quiénes están detrás de esas comunicaciones, sobre todo farmacéuticos comunitarios?
R. No solo comunitarios, también hay académicos y farmacéuticos hospitalarios que están trabajando con comunitarios, ahora que se ha visto en pandemia que pueden hacer trabajos conjuntamente.
P. Al final del congreso se elegirán los mejores pósteres… ¿Cuántos ganadores habrá?
R. De todas las comunicaciones que llegan, unas se presentan de forma oral, pero otras no. Y para las orales se escogen las que sus autores acuden presencialmente al congreso. De estas, se seleccionan doce, pero no las doce mejores, sino que buscamos un equilibrio de temas. Y luego escogemos las cinco mejores que son premiadas por Hefame. Así, hay tres premios y dos accésit.
P. ¿Cuántos inscritos hay?
R. Simpodader este año se asemeja a la asistencia habitual de otras ediciones; estamos rondando los doscientos.
P. ¿Sigue habiendo el formato virtual?
R. Sí, el congreso se graba y hay una inscripción virtual, que permanece abierta, a un precio muy bajo, que permite tener acceso al congreso grabado durante dos meses.
P. ¿Cómo ha evolucionado el congreso Simpodader? ¿El internacional tiene cuatro años, pero lleva celebrándose muchos más?
R. Llevamos ya 17 ediciones, cuatro de ellas internacionales. Desde las primeras hasta ahora, observamos que la atención farmacéutica ha madurado mucho; ese entusiasmo que había en los primeros momentos ha ido cambiando y posicionándose. Además, antes los organizaban los COF y grupos de farmacéuticos y se celebraban en diferentes provincias, pero, desde que lo hicimos internacional, ya lo hacemos nosotros y en Granada. Pero el número de inscritos siempre ha sido muy similar. Lo cierto es que los cuestionarios que pasamos a los asistentes muestran que todo el mundo está muy satisfecho, porque analizar un tema monográfico desde distintos puntos de vista gusta. Y no hay conferencias simultáneas. La gente sigue manteniendo el interés por Simpodader.
P. ¿Qué espera de este congreso?
R. Yo espero ver algunas luces por las que caminar en este reto que nos hemos planteado. Este congreso nos puede servir para ver por dónde dirigir las iniciativas.