Veinte años del método ‘Dáder’

La autora señala que el método ‘Dáder’ busca ayudar al farmacéutico a ejercer su tarea asistencial para conseguir que los pacientes obtengan el máximo beneficio de los fármacos que utilizan.

Actualizado a 5 marzo, 2019. Correo farmacéutico

El Grupo de Investigación de Atención Farmacéutica de la Universidad de Granada (GIAF-UGR) se creó en 1993 como respuesta a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ese mismo año, para que las universidades se implicaran en la docencia y la investigación en el campo de la atención farmacéutica (AF).

Nuestro objetivo fue el desarrollo del servicio de seguimiento farmacoterapéutico (SFT) y el primer paso fue el diseño de una serie de procedimientos para poder llevarlo a cabo. Así nació el Dáder, que presentamos en 1999 en el Primer Congreso Nacional de Atención Farmacéutica, celebrado en San Sebastián.

Herramienta docente y clínica

El método Dáder es una herramienta docente y clínica que está constituida por un conjunto de procesos cuyo fin es, a través de la búsqueda, identificación, prevención y resolución de los problemas de salud de los pacientes relacionados con los medicamentos, ayudar al farmacéutico a ejercer su tarea asistencial para conseguir que los pacientes obtengan el máximo beneficio de los fármacos que utilizan.

Partimos de la premisa de que los tratamientos deben de ser necesarios, efectivos y seguros. Sin embargo, la verificación de algo tan obvio necesita conceptos y herramientas muy específicos. Y, realmente, con el Dáderconseguimos un método de trabajo muy innovador.

Es cierto que adaptamos diversos procesos sanitarios al campo de la farmacia, además de algunas herramientas que fueron totalmente novedosas y útiles. Un claro ejemplo es el Estado de Situación del Dáder, que cualquiera que lo haya utilizado creerá que siempre existió por su lógica; no obstante, detrás de él hay muchas horas de trabajo y mucha práctica clínica analizada.

Como casi todos los procesos sanitarios, en un primer acercamiento el Dáder parece complejo, sobre todo por la necesidad de ser exhaustivo en cada uno de los pasos, pero, una vez que se comprende y se entrena, su aplicación en la clínica transcurre de manera fluida.

Evolución

Naturalmente que el Dáder ha evolucionado en estos años, sobre todo en facilitar su práctica clínica. Así, en el programa conSigue de seguimiento farmacoterapéutico a mayores polimedicados, el método Dáder es el que se ha utilizado y ha servido para medir el impacto del SFT y su implantación y sostenibilidad en las farmacias comunitarias españolas.

Los resultados del conSigue son espectaculares en su impacto clínico, económico y humanístico, pero también ha proporcionado datos muy valiosos para su implantación en la farmacia comunitaria y se han identificado las necesidades para que este servicio sea sostenible.

Han pasado veinte años y en este periodo el Dáder nos ha sido muy útil. Pero si pensamos en el futuro del SFT en los próximos veinte años, entramos en un campo donde se mezclan deseos con certezas. En mi opinión, el SFT lo recibirán los pacientes porque es demasiado grave el problema de salud pública que representan los fallos de la farmacoterapia y que se agravará con unos medicamentos cada vez más complejos.

Con remuneración

¿Será el farmacéutico comunitario quien de este servicio de SFT? No estoy tan segura. Para que eso suceda, estoy convencida de que tendrá que ser un servicio remunerado y eso implica un cambio importante que no sé si la farmacia comunitaria hará.

Es cierto que en otros países se está haciendo, incluso en el nuestro existe en la actualidad un proyecto piloto en este sentido. Pero no tengo una bola de cristal y el tiempo pasa, la necesidad aumenta y hay otros colectivos sanitarios dispuestos a asumir nuevas competencias. ¿Mis ojos lo verán? Quizás, mi cuerpo ha demostrado ser resistente, y mi mente, positiva.