¿Hasta dónde se puede integrar la farmacia comunitaria en el sistema sanitario?

El Global publica las conclusiones del 4º Congreso Simpodader donde se ha puesto de manifiesto la necesidad de incorporar al profesional farmacéutico al SNS

Actualizado a 9 mayo, 2023. CUGRAF

A finales de abril la provincia andaluza de Granada acogió el 4º Simpodader Internacional 2023, un congreso en el que se abordó la integración de la farmacia comunitaria en los sistemas de salud desde diferentes puntos de vista, como el de las instituciones profesionales, la administración sanitaria y los profesionales sanitarios. EG ha tenido acceso a las conclusiones de esta cita elaboradas por el grupo de investigación del Congreso, junto a ponentes y moderadores. La consigna es clara: la integración de la farmacia comunitaria es necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario y de la atención primaria.

El Sistema Nacional de Salud (SNS) debe transformarse, a juicio de los intervinientes, para dar más competencias a una atención primaria (AP) que debe ser finalista y enfocada a la salud comunitaria. Tanto los representantes del sector, las Administraciones, así como los ciudadanos tienen claro que esa integración es necesaria, pero que requiere de recursos humanos, económicos y tecnológicos. En este momento, inciden los expertos, se considera que es el adecuado para consagrar el valor asistencial que se demostró durante la pandemia.

La idea principal de este encuentro es que la atención farmacéutica tiene la capacidad de ofrecer respuestas frente a desafíos sanitarios como la cronicidad, polimedicación, el envejecimiento poblacional o la falta de adherencia, entre muchos otros. Ello pasa porque la farmacia sea más asistencial para que pueda desarrollar todo su potencial.

Oportunidades y desafíos de la integración de la farmacia en AP

Una de las grandes cuestiones que tuvo cabida en el debate fue hasta qué punto es posible la integración de la farmacia comunitaria en atención primaria como parte de la solución de su colapso. Los expertos señalan que es imprescindible un marco legal que garantice estabilidad económica y medioambiental, donde se potencie la figura del farmacéutico. Para ello este profesional debe formar parte de una estrategia integral de la salud que garantice la continuidad asistencial del paciente. Para ello es necesario establecer proyectos y equipos multidisciplinares que favorezcan esa integración a través de comisiones mixtas que incluyan diferentes profesionales sanitarios y pacientes.

Los expertos también inciden en las que barreras que dificultan estos objetivos. Lo primero es establecer qué modelo se quiere seguir para superar los recelos de otras profesiones. Una falta de cohesión que, en ocasiones, también se manifiesta entre las distintas especialidades farmacéuticas (FC, FAP o FH). Ello sin obviar los problemas de comunicación que existen entre profesionales, así como el acceso a la información clínica del paciente. Unos retos que pueden solventarse a través del trabajo colaborativo, la formación continua y la visibilidad del valor que la FC aporta en los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA). Unos servicios que no están reconocidos por el SNS y que deben avanzar más allá de los pilotajes o barreras regulatorias.

En definitiva, las conclusiones de los expertos remarcan que es necesario una atención primaria que actúe como el eje vertebrador del SNS, donde los farmacéuticos comunitarios se conviertan en un agente clave para el ecosistema sanitario. Para ello habría que modificar la relación contractual con las administraciones y obtener un marco de contrato diferente que incorpore valor por los servicios prestados.